viernes, 21 de junio de 2013

Présage

El flash de una cámara ilumina las piedras mojadas y frías. No veo ni las palmas de mis manos, tan solo escucho el sonido de las olas.
De momentos veo como las sombras de una persona desaparecen y reaparecen en distintos lugares, tengo miedo, tengo frio y quiero seguir caminando. Las estrellas ni siquiera existen hoy, ya se extinguieron como la luz a mi alrededor.
Sobre la arena veo huellas de otras personas, veo huellas de otras huellas y veo sombras dentro de otras sombras, veo barcos hundidos a orillas de un puerto, veo oscuridad, y veo luces que no alumbran absolutamente nada. Pareciera que no hay escapatoria de acá.
Subí como pude un montón de rocas grandes, cayendome en agujeros negros tal vez y escapando hacia las luces.

Mis pulmones estallan, y las luces me enceguecen, camino escapando de toda oscuridad. No te des vuelta, no mires hacia atrás. Mis piernas tiemblan, mis brazos tiemblan, y por error miré hacia atrás.
Vi un rostro blanco, pálido, desgastado y casi muerto, tenía ojos verdes y no tenía nariz.
 Cada paso era un sonido diferente, cada segundo era un instrumento cada grito era música para sus oídos. Ah, te vi entre las luces.

Los autos se dan vuelta y la ruta se quiebra en el espacio. Todo esto mientras desayuno una fugazzeta cósmica.