martes, 17 de septiembre de 2013

Gallo Hiper

Mis cenizas sangran verdades,
mi garganta se hace barro
Los ojos de su hiper gallo
devoran uñas y escupen siluetas.
Un alma condenada llora a carcajadas
 y se hace eterna al fin.
Correrá por cada esquina del infierno
hasta que su transpiración se vuelva sangre.
El hiper gallo del sueño atrae y se lleva las almas fugaces.
La besa, las bebe y baila con ellas.
Hasta dormirse agazapado en la inmensidad del inframundo.


...Desdichadas sean las almas carentes de horas
que son absorbidas por la gallina eterna de sueños.
 Se atraganta con sus pelos, plumas y huesos.
 Los árboles nadan entre cenizas de abismos repetidos anteriores veces,
 abismos que se encuentran perdidos en el centro de la luna,
 y en el horizonte de Saturno.

viernes, 21 de junio de 2013

Présage

El flash de una cámara ilumina las piedras mojadas y frías. No veo ni las palmas de mis manos, tan solo escucho el sonido de las olas.
De momentos veo como las sombras de una persona desaparecen y reaparecen en distintos lugares, tengo miedo, tengo frio y quiero seguir caminando. Las estrellas ni siquiera existen hoy, ya se extinguieron como la luz a mi alrededor.
Sobre la arena veo huellas de otras personas, veo huellas de otras huellas y veo sombras dentro de otras sombras, veo barcos hundidos a orillas de un puerto, veo oscuridad, y veo luces que no alumbran absolutamente nada. Pareciera que no hay escapatoria de acá.
Subí como pude un montón de rocas grandes, cayendome en agujeros negros tal vez y escapando hacia las luces.

Mis pulmones estallan, y las luces me enceguecen, camino escapando de toda oscuridad. No te des vuelta, no mires hacia atrás. Mis piernas tiemblan, mis brazos tiemblan, y por error miré hacia atrás.
Vi un rostro blanco, pálido, desgastado y casi muerto, tenía ojos verdes y no tenía nariz.
 Cada paso era un sonido diferente, cada segundo era un instrumento cada grito era música para sus oídos. Ah, te vi entre las luces.

Los autos se dan vuelta y la ruta se quiebra en el espacio. Todo esto mientras desayuno una fugazzeta cósmica.

jueves, 30 de mayo de 2013

Trópico de cáncer

Mi piel tiene tantas escamas como pelos,
tantos poros como cemento.
Mis labios son penetrados por lombrices
y en mi cabello se yergue un nido de lagartos.

Tengo la garganta repleta de telarañas,
y me acompaña una sombra deformada.
Tengo la camisa arrugada, y el pancreas también.

Tengo una media diferente en cada pie,
y los cordones de mis zapatos se convierten en serpientes
todos los días.

Una mañana verde,
un mediodía rojo,
una tarde blanca
y una noche negra, ya mi madrugada no existe.

Las gotas de la lluvia se filtran en mi habitación,
mis sábanas envuelven cádaveres,
y yo te espero para mirarnos mirando al cielo embarrado de gris.

domingo, 21 de abril de 2013

Te quiero

 Esperé toda la tarde para verte, y no soltarte. Pasaban los minutos y no venías, los nervios se habían apoderado de mí.
Caminando de un lado a otro, pensando en que iba a hacer cuando te vea. Te llevé corriendo hasta mi habitación, y te di un beso.

Te miro, en el interminable oscuro de mi cuarto.
Te observo, como si fueras una gota de agua en un desierto,
le sonríes a mi sonrisa, le sonríes a mis ojos,
me envuelvo entre tus brazos y entre tu calor
casi sin respirar, estoy agazapado dentro de tu ser.


Una lágrima cruzando lentamente por tu mejilla, una lágrima, balanceándose en un costado de tu rostro.
Sequé con mis manos tu rostro empapado, y abracé con todas mis fuerzas tu alma, la habitación oscurecía cada vez más y más.
Mojaste las sábanas, y eso no importaba. Trate de esconder mi tristeza debajo de la cama, y no puede...
Llorabas, y no entendía por que. Te estaba llamando, y no podías escucharme...
Sonreía solo para que sonrías vos, sonreía solo para que las lagrimas se vayan, pero detrás de mi sonrisa se escondía una mueca triste, y no queria que la descubrieras.
Traté de hacerte reir, te pregunte que ocurría, sin embargo no respondiste...

Estabas sola, conmigo,
abrazada a mi, abrazado a vos.
Que lindo era saber que no me ibas a soltar,
que lindo era mirarte, y sonreír.
Juntos, riendo, despeinados.

Dejaste de llorar, te reiste, y volví a estar un poco tranquilo, no importa nada más, estaba con vos, te tenía conmigo. Sacamos una foto, en blanco y negro, casi ni nos veíamos, pero no importa, tengo pocas fotos con vos.
Jugamos un rato largo a reirnos y besarnos, jugamos hasta que la tarde terminó, y tenías que irte. Me levante, ebrio de felicidad, y te despedí, un abrazo que duró trece o treintamil minutos, la verdad no importa, solo se que no queria soltarte, no queria dejarte ir, quería que te quedes una eternidad jugando a darme besos, y a reirte de mis chistes malos.


No te voy a cansar con más poemas.
Digamos que te dije
nubes, tijeras, barriletes, lápices,
y acaso alguna vez
te sonreíste.



domingo, 31 de marzo de 2013

Sepia

Vivo en una realidad color sepia. Todo es color sepia: Las ventanas, los pasillos, las puertas, mi perro, mis uñas, y de a poco el ocre va haciéndose más y más oscuro, hasta atraparme en la oscuridad.
Trato de leer un libro de Cortázar en la amarillenta penumbra, no hay ni linternas ni fósforos, solo mis ojos imitando a los de un chino. O un coreano, o japonés. (¿Quién los diferencia?)



La tarde se lleva consigo una inmensidad de colores, aromas y ruidos y da lugar a un crepúsculo mucho más ruidoso, más oloroso y repleto de luces, carteles y prostitutas.
Frenesí de estrellas en el cielo, arrebato de lunas...

 




 



martes, 19 de marzo de 2013

Vert

Sentado, esperándote.
Deseando que estés acá, conmigo,
el reloj corre demasiado rápido
tengo miedo de que no vengas.

Observo el suelo, y cuando levanto la mirada ahí estas
con una sonrisa cubriendo tu rostro.
Me das el beso que tanto estuve esperando,
y el abrazo que tanto necesitaba. 

Caminamos de la mano,
nos abrazamos, nos besamos, nos queremos
y nos arrojamos al pasto.
Nos miramos fijo y sonreímos.

 ''Qué clase de paseo va a ser éste si me basta mirarte para saber que con vos me voy a empapar el alma''

Estabamos acostados en el pasto, tus rodillas estaban manchadas, nos reíamos de todo y los besos se hacían eternos. ¿Por qué los días perfectos terminan? ¿Por qué tengo que despedirme de vos?


Llega el momento de irme, y suelto tu mano suavemente. Y me quedo observando como te vas mientras yo subo al colectivo. 
Suspiro, y con una sonrisa pienso en todo lo que hicimos mientras por la ventana se ve el atardecer.


 

 


lunes, 11 de marzo de 2013

Trompetas y trombones

Un millón de brazos rodearon mi existencia,
 no lograba escapar de allí.
 Mis intentos eran en vano.
A lo lejos, cruzando la niebla,
 se veían dos ojos, casi eternos,
 derramando colores y matices.

Y esa músiquita que se escuchaba,
 no eran más que trombones y trompetas
 estirados en un paisaje vacío y nublado.

Puedo oírte...
Puedo verte al final de los pasillos,
la última puerta del largo pasillo
es tu habitación.

¿Qué hago?
El tiempo se congela cada mañana
y las horas no pasan,
y no veo la salida del laberinto de tu ser.

La muerte es ineludible,
como un toro corriendo hacia mi en un pasillo.
No queda más opción que lanzarme a fallecer
bajo ese árbol torturado por el fuego.