domingo, 31 de marzo de 2013

Sepia

Vivo en una realidad color sepia. Todo es color sepia: Las ventanas, los pasillos, las puertas, mi perro, mis uñas, y de a poco el ocre va haciéndose más y más oscuro, hasta atraparme en la oscuridad.
Trato de leer un libro de Cortázar en la amarillenta penumbra, no hay ni linternas ni fósforos, solo mis ojos imitando a los de un chino. O un coreano, o japonés. (¿Quién los diferencia?)



La tarde se lleva consigo una inmensidad de colores, aromas y ruidos y da lugar a un crepúsculo mucho más ruidoso, más oloroso y repleto de luces, carteles y prostitutas.
Frenesí de estrellas en el cielo, arrebato de lunas...

 




 



martes, 19 de marzo de 2013

Vert

Sentado, esperándote.
Deseando que estés acá, conmigo,
el reloj corre demasiado rápido
tengo miedo de que no vengas.

Observo el suelo, y cuando levanto la mirada ahí estas
con una sonrisa cubriendo tu rostro.
Me das el beso que tanto estuve esperando,
y el abrazo que tanto necesitaba. 

Caminamos de la mano,
nos abrazamos, nos besamos, nos queremos
y nos arrojamos al pasto.
Nos miramos fijo y sonreímos.

 ''Qué clase de paseo va a ser éste si me basta mirarte para saber que con vos me voy a empapar el alma''

Estabamos acostados en el pasto, tus rodillas estaban manchadas, nos reíamos de todo y los besos se hacían eternos. ¿Por qué los días perfectos terminan? ¿Por qué tengo que despedirme de vos?


Llega el momento de irme, y suelto tu mano suavemente. Y me quedo observando como te vas mientras yo subo al colectivo. 
Suspiro, y con una sonrisa pienso en todo lo que hicimos mientras por la ventana se ve el atardecer.


 

 


lunes, 11 de marzo de 2013

Trompetas y trombones

Un millón de brazos rodearon mi existencia,
 no lograba escapar de allí.
 Mis intentos eran en vano.
A lo lejos, cruzando la niebla,
 se veían dos ojos, casi eternos,
 derramando colores y matices.

Y esa músiquita que se escuchaba,
 no eran más que trombones y trompetas
 estirados en un paisaje vacío y nublado.

Puedo oírte...
Puedo verte al final de los pasillos,
la última puerta del largo pasillo
es tu habitación.

¿Qué hago?
El tiempo se congela cada mañana
y las horas no pasan,
y no veo la salida del laberinto de tu ser.

La muerte es ineludible,
como un toro corriendo hacia mi en un pasillo.
No queda más opción que lanzarme a fallecer
bajo ese árbol torturado por el fuego.

domingo, 3 de marzo de 2013

Grass in your hair

Sentados en el pasto, observando la ruta, observando el cielo, observandonos. Los autos pasaban, tus ojos se hacían míos, mis labios se hacían tuyos. Jugabamos en el pasto, reíamos, saltabamos, hasta que nos encontramos acostados en la hierba, nos miramos fijamente, no desviaba la mirada de tu rostro, y mientras tocaba tu cabello acercaba poco a poco mi boca hacia tu nariz. Tenía frío, pero el frío a tu lado me parecía lindo, por que podía abrazarte mucho más.

Hierba en tu cabello
El sol iluminaba tu sonrisa
tomaste mi mano, 
recuerdo tu suave voz.
Parecía un sueño,
del que jamás hubiera querido despertar.
Tus labios acariciaban los míos.
Mis manos rozaban tu suave rostro,
nos miramos.
Sonreímos.



Lágrimas dulces escapando de tus ojos, olas infinitas de una playa lejana, y un beso interminable. El suave sonido de tu voz apoderandose de mi cerebro, y el aroma de tu cabello en todos lados.


 No quiero que este momento termine jamás.